Diccionario histórico de la lengua española

■ Esta enfermedad viene de la postema de la garganta, y es en tres diferençias, ca en la primera, toda la materia es recogida de dentro, entre la arteria llamada traçia y el conduto de la garganta, en una hoja que es ende.

Lo quinto, devedes de notar que la tráchea se dilata e se constriñe e se engrandece naturalmente cerca el tiempo del pubescer, que es el tiempo de querer nascer las barvas.

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Averroes dice que el pulmón tiene de suyo el principio del movimiento, lo cual niega Galeno afirmando venirle del movimiento del torace, que son las arcas del pecho del hombre, pues el pulmón no se mueve sin el torace y el torace se mueve sin él; y para debujar su contextura en el sétimo de usu partiumpor muchos capítulos, dice que se sirve de tres vasos: el uno, la vena que le va del ventrículo diestro del corazón con la sangre; y el otro, la arteria que le va del ventrículo siniestro del corazón con el spíritu pulsátil; y el tercero es la arteria que llaman áspera o traquia, y los de nuestra tierra gargavero y aun otros garguero, y de la mesma origen vienen gargarismo y gargarizar, que son palabras griegas hechas latinas.

Y como las arterias, que llaman lisas (y son todas, si no es la áspera traquia) sirven a los movimientos del corazón, ansí la áspera sirve a los del pulmón; y como el hígado abraza al ventrículo con sus lobos, ansí el pulmón con los suyos tiene en medio al corazón, sirviéndole de ventalle que le refresca.

No sirve toda la traquia en la formación de la voz, sino solamente la laringa, que es aquella dura parte de la áspera o traquia, que llamamos nuez en el puesto del tragadero y se levanta para arriba cuando algo tragamos, aunque la mesma traquia le envía preparado el aire, y después de formada la voz en la laringa, es perfecionada en el paladar de la boca, porque como la voz se forma en la laringa, ansí las palabras son articuladas en la boca con diversas diligencias del paladar y de la lengua y de los dientes delanteros, como advierten Aristóteles y Plinio, y de los labios.

No toda expulsión del aire causa voz, porque no se le atraviesa la laringa donde hiera, y por esto, cortada la traquia por debajo de la laringa, resuelga el animal furiosamente, mas no forma voz alguna.

Y aun debemos advertir en que no solamente no podemos tragar y hablar juntamente, mas ni tragar y resolgar, por cuanto para tragar el mantenimiento que va por el isófago al ventrículo o estómago, es menester que el isófago se ensanche para que cuele abajo el manjar, y para respirar ha menester semejantemente la traquia ensancharse; y como isófago y traquia bajen pegadas por el cuello, lugar estrecho, no hallan espacio suficiente para ambas; y los movimientos de ambas canales son incompatibles a la par, ni se pueden formar juntos, como todos experimentamos, aunque no todos advertimos.

La necesidad que la traquia tiene de estar forrada por de dentro con aquella túnica ya dicha, es porque las ternillas, de que se compone, pueden ser lastimadas y roídas o heridas con cosas ásperas y mordaces que pueden caer por ella; y toda ternilla herida es cuasi incurable, donde quiera que esté; mas la túnica es muy fácil de curar.

Del celebro caen reumas por la traquia que nos fatigan, y muchas veces se cuela por ella alguna partecilla de lo que bebemos y a veces alguna migajuela de lo que comemos; y, cuando alentamos, atraemos el aire con algún resabio de humo o de ceniza o de carbón, y ansí de otras cosas mordaces que podrían lastimar peligrosamente aquellas ternillas.

Y, aun arrancando las superfluidades de dentro, expelemos viscosidades mordaces de cólera y de melancolía y aun de flegma salada y pútrida, y de todas estas cosas pudieran recebir daño fácilmente las ternillas de la traquia, el cual no recibe la túnica, que le sirve por de dentro, por ser densa, subtil y de algo seco temperamento.

Es densa, por que tenga fuerzas para defender las ternillas; y es subtil y delgada, por que no ocupe el hueco de la traquia y se ensangoste el coladero del aire; y es algo seca, por que se forme más clara la voz, so pena que, a ser muy húmida, la voz saldría ronca, como, si fuese muy seca, formaría voz rispidísima, cual se les torna a los hombres muy colerizados, porque la cólera con su calor seca la fístula.

La voz de los niños es delgada por la angostura de la traquia, y blanda por la humidad de la mesma; y por la mesma razón la tienen tal las mujeres.

Cuando el muchacho muda la voz se le exaspera la traquia con el calor natural, que entonces cresce, y despierta los sentimientos naturales, y la voz está entonces áspera y desigual y mal sonante y mal entonada; mas después que se acaba de igualar y de alisar la exasperación de la traquia, que se le había levantado con el calor y sequedad, fórmase la voz igual y constante.

En el cuello hay muchas cosas que no tienen que ver con el pulmón, cuales son las vértebras o ñudos del hueso con su médula o tuétano, y muchos músculos, niervos y glándulas y el isófago, por donde cuela la comida al ventrículo, arrimado al hueso del espinazo; y ansí concluimos que entre todas las partes del cuello sola la traquia o áspera arteria se comunica con el pulmón; y, en llegando a él, le hiende en muchas fístulas menudas para le hinchar de viento por muchas partes; y averiguamos que en la cabeza de la áspera se forma la voz mediante la laringa o faringa, y como esta áspera no pueda estar sin cuello, todo animal que carece de cuello, carece también de áspera y no tiene voz; y ansí concluimos que el cuello se dió al animal por el uso de la áspera arteria, cuya principal parte es la faringa, como la que es el instrumento de la voz y de la respiración.

Mirados a vulto, parecían una entraña sola; pero, examinados con cuidado, se reconocía ser dos; ni podía ser otra cosa, ya por recibir dos arterias pulmonarias, ya por ser basas de dos trácheas.

De las fracturas y operaciones de la tráquea, resultan de ordinario estrecheces que dificultan más ó menos el paso del aire por tal conducto.

Sorteando de este modo los inconvenientes de una hemorragia, pude poner al descubierto, en la extensión de unos dos centímetros, la tráquea, sin tener que ligar vaso alguno, y sí tan sólo torcer la boquilla de una vena, separando la pinza pocos momentos después, sin ulteriores consecuencias.

Pocos momentos habían pasado, cuando apareció en el umbral, comedido y respetuoso, el señor don Leoncio Perea, administrador de los bienes de la señorita de Linares, de levita cruzada y mangas un tanto recogidas hacia el codo, como hombre que ejercita con sistema el brazo en el pupitre; cuellos rígidos acorazando la tráquea, y corbata negra de lazo con resorte.

Cesárea y Maximina — así se nombran las hermanas del estudiante, saludan á doña Facunda, á la mujer del oficial segundo, á éste, á D. Homobono el especialista en tráqueas y á su colega el de la casa.

La respiración, por verificarse en el pulmón y en cavidades formadas en las serosas (células aereas), se dice que es doble; la tráquea, frecuentemente, es más larga que el cuello.

El esternón es grande, con forma de escudo, y una cresta en la línea media (quilla), y á veces, además de las células aereas, otras en que se introduce la tráquea.

esquinencia

Es una inflamación de la garganta que se extiende á la faringe, la laringe, la tráquea y á veces á los bronquios, sin que existan aftas.

angina diftérica ó crupal

Se caracteriza por la presencia de membranas localizadas generalmente en la faringe, la laringe y aun la tráquea, habiéndose observado también en los intestinos.

Porción inferior de la carótida primitiva izquierda.– Es un trozo equivalente al subtronco innominado en origen, posición, dirección, extensión y casi en conexiones, con las diferencias siguientes: nace en un punto más posterior é izquierdo del cayado; es más profundo, de modo que dista más del esternón; menos diagonal, de modo que es casi paralelo á la tráquea; al terminar no se bifurca, sino que continúa formando el trozo superior de esta arteria, y en fin se relaciona por detrás con el arco terminal del conducto torácico, el exófago y el nervio recurrente izquierdo; por dentro con el subtronco innominado, y por afuera con la braquial izquierda; las demás relaciones son muy parecidas.

En fin, otros órganos del cuello, á saber: el exófago, la tráquea, y sobre todo la glándula tiroides, son nutridos por la tiroidea inferior, y algunas veces, además, por la tiroidea de Neubaüer.

Las viscerales del pecho ofrecen relativamente poco interés, porque á excepción de las bronquiales todas son pequeñas; nutren á las entrañas torácicas, menos al corazón, al cual solamente envían algunos ramitos las bronquiales; dan lugar á anastomosis multiplicadas, sobre todo en la tráquea y en el exófago, circunstancia que asegura el riego de cada una de estas partes, tanto más cuanto que todas ellas reciben la sangre de conductos múltiples nacidos de orígenes diversos; así es que el exófago tiene arteriolas procedentes de la aorta, de las bronquiales, de las infra-diafragmáticas y de la coronaria-estomática; la tráquea recibe sus vasos de la tiroidea inferior y de las bronquiales, etc.

Las venas tiroideas inferioresproceden de la glándula tiroides; descienden por delante de la tráquea más profundamente que los músculos infra-hioideos y terminan de diversos modos; ya convergen en un tronco que se abre en el subtronco braquio-cefálico izquierdo formando una bella arborización, ya terminan en varios tronquitos que desembocan en los dos subtroncos braquio-cefálicos y hasta en las yugulares internas; de todos modos, estos vasos, que tienen mucho volumen siempre, constituyen un plexo delante de la tráquea, que dificulta la operación de la traqueotomía.

Ofrece las relaciones siguientes: por delante con el tejido adiposo, que le separa del esternón y cartílagos dichos; por detrás con la terminación de la tráquea y el bronquio, arteria y venas pulmonares derechas que la cruzan diagonalmente; por adentro con la porción ascendente del cayado aórtico, pero afuera con el nervio frénico, la pleura y el pulmón derecho.

La piel, las membranas mucosas serosas, es decir, las membranas que tienen una de sus superficies cubiertas por epidermis ó epitelio, ofrecen redes muy ricas y extensas; pero es cierto que no abundan igualmente en todos estos órganos, aunque sean de la misma clase, ni en todas las regiones del misma clase, ni en todas las regiones del mismo órgano, hecho del cual no se ha encontrado explicación satisfactoria; las palmas de manos y pies, las mucosas de la nariz, estómago, tráquea, uretra y vagina, las inmediaciones de las aberturas naturales y todas las serosas grandes, son regiones en donde se encuentran las redes más ricas y bellas.

Las corrientes principales proceden de la laringe y de la tráquea, de la faringe y del exófago, y sobre todo del cuerpo tiroideo, que es el órgano cervical que tiene linfáticos más numerosos y más desarrollados.

Los ganglios traqueales son grandes, resultan de la reunión de los bronquiales más internos y superiores, rodean á la parte inferior de la tráquea y se ponen en relación superiormente con los infra-hioideos inferiores, que á su vez rodean á la parte superior del mismo conducto aéreo.

El arco terminal se sitúa á la parte izquierda de la tráquea y del exófago, detrás del origen de las arterias carótida primitiva izquierda, delante del músculo escaleno anterior y del nervio frénico izquierdos, y después pasa y avanza entre la carótida primitiva izquierda y subclavia del mismo lado.

Su porción ascendente se coloca en el surco ó canal que hay entre el exófago y la tráquea, después pasa entre el exófago y el constrictor inferior, atraviesa este músculo y últimamente se coloca para terminar entre el cricoides y el borde posterior del cartílago tiroides.

Ambos nervios emiten en su largo trayecto muchos amos colaterales, á saber: 1.º, cardiacos medios, que son filetes delgados nacidos de la convexidad de las asas, sobre todo de la izquierda, descienden y se incorporan al plexo cardiaco; entre estos existe alguna vez el representante del nervio de Cyonde ciertos mamíferos; 2.º, traquealesy exofágicos, que son filetes muy numerosos nacidos de la porción ascendente y van á consumirse en la tráquea ó en el exófago; 3.º, faríngeos, que son pocos, destinados al constrictor inferior; entre ellos se ve ascender por la cara posterior de la laringe uno que va á anastomosarse con el nervio de Galeno; y 4.º, laríngeos, que son numerosos, constituyen los ramos terminales y se distribuyen en todos los músculos intrínsecos de la laringe, á excepción del crico-tiroideo que fué alimentado por ramos del nervio laríngeo externo.

El pneumo-gástrico derechocruza perpendicularmente á la arteria subclavia derecha, pasando por delante de ésta y por detrás de la vena; colócase en el canal que forman la tráquea y exófago al lado interno de la vena ázigos [...].

De estos plexos salen gran numero de filetes que rodeando la raíz de los bronquios se separan después y marchan en distintas direcciones; los ascendentes van á la tráquea, los anteriores al pericardio, los descendentes al exófago y los laterales, que abundan muchísimo, penetran en los pulmones adheridos á los bronquios, desempeñando un papel importante en la estructura pulmonar. /

Los ramos internos son delgados y múltiples, llegan á la parte lateral del exófago, tráquea y á la región vertebral, alcanzando algunos cuerpos vertebrales.

Los ramos internosson numerosos y delgados; se reparten en los órganos siguientes: vértebras dorsales, exófago, tráquea, bronquios y porción torácica de la aorta; en estas regiones establecen conexiones con filetes del pneumo-gástrico y contribuyen á formar los plexos exofágico y pulmonar.

La porción respiratoria entra en la laringe y viste el interior del árbol aéreo, ó sea la tráquea y bronquios, terminando en las vesículas pulmonares.

Las mucosas de epitelio prolongadoson las más delicadas, aunque el dermis adquiere notable desarrollo á causa de ser rico en glándulas y vasos.– El epitelio se compone de una sola capa de células prolongadas, unas veces con pestañas vibrátiles y otras no.– Residen especialmente en los sitios donde las mucosas rozan menos; como la parte superior de las fosas nasales, estómago, intestino, tráquea, bronquios, sexuales internos, etc.

A pesar de que en algunos impares, por ejemplo, la tráquea, la próstata, y en otros pares, por ejemplo, las glándulas salivares, las amígdalas hay simetría positiva, resulta que falta ésta en todos los órganos ladeados y laterales, y hasta en muchos pares, por ejemplo, los pulmones, los riñones, hecho que hasta cierto punto constituye rasgo característico, explicable por la independencia que en general tienen estos órganos respecto del sistema nervioso cerebro-espinal y su más directa dependencia del nervio trisplánico.

En el cuello las tiene posteriormente con las vértebras mediante la aponeurosis y músculos prevertebrales; anteriormente con la tráquea, que está algo á su lado derecho y lateralmente con el tronco braquio-cefálico en el lado derecho, y en los dos con las carótidas primitivas, las yugulares internas, los nervios vagos, el gran simpático, y más próximamente con las arterias tiroideas inferiores, y sobre todo con los nervios recurrentes.

En el tórax está alojado dentro del mediastino posterior y se relaciona posteriormente con las siete vértebras dorsales superiores, el origen de los músculos largos del cuello, la aorta, la vena ázigos, las arterias intercostales derechas y ganglios linfáticos; anteriormente con la tráquea, bronquio izquierdo, ganglios linfáticos tráqueo-bronquiales, cayado aórtido, pericardio, aurícula izquierda y cava inferior; lateralmente con los nervios pneumo-gástricos y las pleuras.

Las fibras longitudinales proceden de una lámina fibro-elástica inserta al cricoides, y están reforzadas por manojos nacidos de la tráquea, bronquio izquierdo, pleuras, cuerpo tiroides, cayado aórtico, pericardio y pilares diafragmáticos.

El aparato que estudiamos está destinado en el hombre á la respiración y formación de la voz y se compone de órganos numerosos que pueden ser estudiados en los grupos siguientes: laringe, tráquea, bronquios, pulmones, pleuras.

Describiré sucesivamente el desarrollo de los pulmones, las pleuras, la tráquea, la laringe y los órganos anejos del aparato, que son el timo y el cuerpo tiroides, advirtiendo desde luego que algunos de los hechos que he de exponer son dudosos aún y suscitan discusiones que no he de consignar.

La parte anterior del conducto faríngeo se deprime y constituye un divertículo pro-exofágico, que luego se divide en dos sáculos pulmonares, ó bien el tubo faringo-exofágico se aplasta lateralmente, se deprime en cada lado por un surco longitudinal que tiende á dividir el calibre del tubo en dos conductos paralelos, siendo el anterior de éstos, convertido en tráquea, el que emite los dos sacos pulmonares pediculados; sea lo uno ó lo otro, antes de los treinta días del desarrollo se observan dos bolsas á caballo sobre el exófago y separadas por un tabique medio que se eleva desde la escotadura que sus fondos limitan por abajo hasta la abertura común de las dos bolsas en el tubo digestivo por arriba. /

Tráquea.– Si se consideran los sáculos pulmonares primitivos como divertículos del conducto exofágico, la tráquea no aparece representada al principio más que por el cuello común de los dos sacos.

La extremidad superior de la tráquea se ensancha y alarga desde la quinta ó sexta semana; en el interior de la faringe aparecen dos tubérculos que se convierten en los cartílagos aritenoides; entre ellos se eleva una cresta transversa, que es la epiglotis; antes de la novena semana se desarrollan los otros cartílagos á expensas de las paredes de la faringe ó de los arcos branquiales tercero y cuarto, que es lo más probable; al cuarto mes son ya visibles las cuerdas vocales y los ventrículos laríngeos, y, según Tourneaux, las primeras se encuentran reunidas al principio por una rama epitélica, cuya fisuración es la que produce la glotis, que aún permanece relativamente muy estrecha en la época del nacimiento.

A estos cambios morfológicos acompañan otros histológicos; sea porque los elementos conjuntivos y vasculares del mesenkima invadan estos botones, como pretende Maurer, sea por transformación directa de los elementos epiteliales, como afirma Prenant, es lo cierto que muy pocos de ellos persisten y se adosan para formar los corpúsculos de Hassall, mientras la mayoría dan origen á folículos secundarios de distintos órdenes que, en conjunto, llegan á formar los dos lóbulos del órgano; éste es visible ya sin auxilio de lente á los tres meses; tiene 6 ó 7 milímetros de largo por 4 ó 5 de ancho al mes siguiente; crece hasta después del nacimiento, en cuya época se extiende por delante de la tráquea desde el cuello hasta la quinta costilla, y desde los tres ó cuatro años en adelante empieza á atrofiarse, primero con lentitud, y después de la pubertad con mucha rapidez, hasta desaparecer por completo de los 30 á los 40 años, ó quedar reducido á vestigios insignificantes englobados en el tejido conjuntivo del mediastino anterior.

Es una caja elástica, de construcción complicada, que puede mover sus piezas componentes; parece el vestíbulo del árbol respiratorio, colocado debajo del hioides, delante de la faringe y encima de la tráquea.

El borde inferior es casi horizontal, está escotado por los lados y se une á la tráquea por el ligamento crico-traqueal y á veces por espinas cartilaginosas.

La membrana crico-traqueal es fibrosa, extendida desde el borde inferior del cricoides hasta el primer anillo cartilaginoso de la tráquea.

Se relacionan por delante con los músculos esterno tiroideos, por detrás con la membrana crico-tiroidea, por arriba con los músculos crico-aritenoideos laterales y por abajo con la tráquea; sirven para poner tirantes y alargar las cuerdas, pues que tiran del tiroides hacia adelante y abajo.

La cámara infra-glóticaes el espacio existente entre la glotis y la abertura inferior de la laringe; cilindroideo y liso, se continúa sin límite natural con la cavidad de la tráquea en su mitad inferior, pero en la superior parece embudada, correspondiendo el vértice al orificio glótico.

Está constituído por la unión del cricoides con la tráquea, á nivel de la sexta vértebra cervical; forma la abertura inferior de la laringe, es circular y en realidad no hace un límite natural apreciable, pues la mucosa que le viste pasa uniformemente á la tráquea.

Resumiendo, resulta que la laringe ofrece las aberturas siguientes: 1.º, la superior; 2.º, la limitada entre las cuerdas vocales superiores; 3.º, la glotis, y 4.º, la inferior ó entrada de la tráquea.

Tráquea.

Es un conducto cilindroideo, aplastado por detrás, muy elástico, colocado en la línea media de la región infra-hioidea y esternal superior por delante del exófago.

Son dos conductos que resultan de la bifurcación de la tráquea, que tienen su misma conformación, descienden divergiendo el derecho en busca de la raíz del pulmón derecho y el izquierdo en busca de la raíz del pulmón izquierdo; después de penetrar en estas vísceras se ramifican de una manera arboriforme.

Tienen la superficie exterior y la interior del mismo aspecto que la tráquea, es decir, plana en la parte posterior y convexa y cóncava lateral y anteriormente.

Es igual á la tráquea en todo el trayecto desde su origen hasta el hilo de los pulmones; el del lado izquierdo tiene de nueva á doce anillos ternillosos, y el derecho de seis á ocho.

El mediastino posteriores de forma prismático-triangular, vertical, puede dividirse en tres trozos; el superior es de 4 centímetros de anchura y está sobre el corazón; el medio tiene 6 centímetros y está detrás; el inferior es más estrecho y está debajo del mismo órgano. Se halla colocado delante de las diez vértebras dorsales primeras, y contiene principalmente al exófago, tráquea, aorta, vena ázigos, conducto torácico y algunos nervios.

Está colocada delante de la tráquea y de la unión de ésta con la laringe, relacionándose por delante con músculos infrahioideos; por detrás con los dos anillos primeros de la tráquea y con el cartílago cricoides de la laringe [...].

Corresponde á la región infra-hioidea, y los cuerpos ó astas ascienden á los lados de la tráquea hasta llegar muchas veces á las partes laterales del cartílago tiroides, en tanto que las bases distan sólo 2 centímetros del esternón.

Está colocado en la V superior del mediastino anterior, relacionándose por delante con el esternón y músculos infra-hioideos, por detrás con la tráquea y los grandes vasos existentes en el mismo mediastino, y por los lados con las pleuras y carótidas primitivas; en la época de su mayor desarrollo se prolonga á los lados de la tráquea, ocupando la parte inferior de cuello y alcanzando su base el pericardio.

Sus conexiones son las siguientes: por delante, con los nervios cardiacos y pneumogástrico izquierdo que le separan de la primera pieza del esternón, mediante alguna grasa y el origen del músculo esterno-cleido-hioideo; por detrás y algo á la derecha, con la terminación de la tráquea, el origen del bronquio izquierdo, el exófago, el conducto torácico, el nervio recurrente izquierdo y la columna vertebral; por encima, con el subtronco venoso braquio-cefálico izquierdo, y da origen á tres vasos muy gruesos; por debajo, con el nervio recurrente izquierdo, la bifurcación del tronco pulmonar y principalmente con el origen del subtronco derecho, no obstante hallarse unida al izquierdo por el ligamento arterioso.

En esta agrupación debe contarse el caso de división del origen aórtico en dos ramas que se reunen después formando un anillo que rodea al exófago y tráquea, ó solamente á esta última y que indica la persistencia de los primitivos orígenes de la aorta.

Por adentro con el exófago, la terminación de la faringe, la tráquea, la laringe, el cuerpo tiroideo, la arteria tiroidea inferior, y el nervio recurrente; en el lado izquierdo la conexión con el exófago es más inmediata.

La terminación de la tiroidea superior se verifica dividiéndose en varios ramitos, entre los cuales son los de mayor interés los tres siguientes: uno posterior que se coloca entre la tráquea y el cuerpo tiroideo; otro externo que se pierde dentro del lóbulo lateral de dicho cuerpo, y otro interno que costeando el borde interno del mismo se anastomosa con el del lado opuesto en la línea media ó istmo.

Este tronco de la subclavia izquierda es más largo, profundo y casi vertical, relacionándose con las partes siguientes: por delante con la articulación esterno-clavicular, el músculo cutáneo, las inserciones inferiores de los esterno-cleido-mastoideo, esterno-hioideo y esterno tiroideo, los nervios vago y diafragmático y la confluencia de las venas subclavia, yugular interna y subtronco braquio-cefálico; los nervios dichos son paralelos á este trozo; por delante y adentro, con la carótida primitiva izquierda; por adentro, aunque no inmediatamente, con el surco que queda entre la tráquea y el exófago, y con el arco terminal del conducto torácico; por afuera y en bastante extensión, con la pleura y el pulmón izquierdo; por detrás, con el nervio recurrente izquierdo, que le es paralelo, el conducto torácico y la columna vertebral.

1.º Pequeños vasos para la tráquea, bronquios, exófago y músculos inmediatos, y con mucha frecuencia la arteria cervical ascendente y una laríngea posterior para los músculos y mucosa de la cara posterior de la laringe.

Arteria tiroidea inferior de Neubaüer.– La tiroidea de Neubaüer es vaso inconstante que nace otras veces de las carótidas primitivas ó del subtronco braquio-cefálico ó del cayado aórtico; regularmente es ascendente en todo su curso y camina por delante de la tráquea y por detrás del plexo venoso subtiroideo hasta que termina ramificándose en el cuerpo tiroides.

Los ramos viscerales del cuello nacen de ambas tiroideas superior é inferior y van al exófago, á la tráquea, laringe y cuerpo tiroides.

Los ganglios infra-hioideosson más abundantes y algunos más voluminosos; están colocados delante de la faringe y de la tráquea por encima y por debajo del cuerpo tiroideo, siendo excepcional el que se sitúen delante de éste, por lo cual podrían dividirse en dos grupos: laringeosó supra-tiroideosy traquealesó infra-tiroideos; aquéllos suelen ser de menor volumen que éstos.

Conexiones.– Está colocado en la V superior del mediastino anterior, relacionándose por delante con el esternón y músculos infra-hioideos, por detrás con la tráquea y los grandes vasos existentes en el mismo mediastino, y por los lados con las pleuras y carótidas primitivas; en la época de su mayor desarrollo se prolonga á los lados de la tráquea, ocupando la parte inferior de cuello y alcanzando su base el pericardio.

Ya se sabe que el aire que nos rodea penetra en el pecho por medio de la boca y la nariz. Primero desciende por la tráquea , o traquearteria ; pero aquí cabe una comparación. Figuraos un árbol cuyo tronco se llama traquearteria el cual se bifurca en dos ramos llamados bronquios , y estos ramos se dividen y subdividen en varios ramitos que son los bronquios segundos, terceros, etc.

Ya se sabe cómo el aire penetra en los pulmones (boca, narices, tráquea, bronquios primeros, segundos, etc.). El aire encuentra dos pasajes, uno que lo conduce al pulmón derecho y otro al izquierdo.

Se alojan los pulmones en el tórax y están envueltos por la hoja visceral de la pleura, que es la membrana que tapiza las paredes de aquella cavidad: el aire llega á ellos desde la faringe pasando por la tráquea, la cual inferiormente se divide en dos ramas (bronquios), que á su vez se ramifican profusamente hasta terminar en las celdillas pulmonares.

En el extremo anterior de la tráquea se halla la laringe, que, como sabemos, es el órgano productor de los sonidos en los vertebrados superiores.

Los pulmones se forman á expensas del tubo digestivo, comenzando por afectar la forma de un saco que gradualmente se divide en dos, después se definen las porciones tubulosas que originan la tráquea y los bronquios (fig. 234) de modo que estos, filogenéticamente, son posteriores al saco pulmonar, y del mismo modo la laringe, que es la última que se produce. Fig. 234.– Representación esquemática de la formación de los pulmones: T, tubo digestivo; tr, tráquea; br, bronquios; p, pulmón.

Entre las glándulas merecen citarse el cuerpo tiroides, órgano de cuya función hemos tratado, compuesto de vesículas cerradas, colocado en la cara inferior de la tráquea y que en el embrión comunica con la boca; el timo, situado debajo del anterior y que como él es un órgano poco desarrollado en los adultos; las glándulas venenosas, de que algunas culebras están provistas y que pueden ser consideradas como salivales modificadas, y otras menos frecuentes.

La laringe constituye un órgano vocal, y en su extremidad se implantan los sacos pulmonares por faltar la tráquea, poseyendo los machos, que son los únicos capaces de producir sonidos, sacos de resonancia situados bajo la lengua, ó á los lados de la cabeza.

Existe una tráquea con anillos cartilagíneos ú óseos, provista anteriormente de una laringe, aun cuando no organizada para la producción de sonidos.

La respiración es pulmonar durante toda la vida y los pulmones están unidos por el tejido conectivo á la pared dorsal del cuerpo, conduciendo el aire á dichos órganos una tráquea reforzada por anillos cartilagíneos que comunica con la faringe por una hendidura longitudinal desprovista casi siempre de epiglotis, y que en su parte inferior se divide en dos bronquios.

La longitud de la tráquea es variable y en muchas aves supera á la del cuello, por lo que forma algunas circunvoluciones en el esternón, y su estructura es complicadísima, sobre todo en las aves cantoras, y variable de unas á otras, pudiendo estar en parte dividida por un tabique vertical.

Poseen las aves dos laringes: una en el comienzo de la tráquea y otra en la bifurcación de los bronquios, siendo esta última la más complicada por constituir el verdadero órgano vocal de estos animales; los últimos anillos de la tráquea, más ó menos modificados, forman en muchas aves una verdadera caja de resonancia á la que se da el nombre de tambor.

La respiración es aérea y pulmonar aun en los que viven siempre en el agua; las paredes de la tráquea están reforzadas por anillos cartilagíneos rara vez completos; falta la laringe interior, tan complicada en las aves, dividiéndose la tráquea sencillamente por su extremo en dos bronquios que se ramifican sin llegar á la superficie del pulmón, de modo que el aire no puede pasar á la cavidad torácica.

Cuando estos huevecillos en vías de desarrollo son ingeridos por el hombre, tomando como vehículo el agua, y llegan al estómago, quedan los embriones en libertad, emigrando a los pulmones, al hígado y con menos frecuencia a otros órganos. En el pulmón sufren su primer período de crecimiento llegando a alcanzar 1 a 2 milímetros, emigrando entonces a los bronquios; de aquí pasan a la tráquea y a la laringe, llegando nuevamente al aparato digestivo alojándose definitivamente en el intestino.

Otra prueba de la influencia del cuerpo tiroides en la nutrición la proporciona la observación de los casos de degeneración de la citada glándula; los individuos de la especie humana afectados por este proceso patológico son los llamados cretinos (fig. 97), los cuales se caracterizan especialmente por su estatura enana y por el estado de idiotez en que se hallan. Fig. Laringe y tráquea (tr) de un niño, con la glándula tiroides (ti) y el timo (tm). (De Stempell).

Respirando en silencio, la espiración sólo es un poco más larga que la aspiración(fr. e ingl. inspiration, al. Einatmung), el volumen de aire empleado es pequeño, y su salida ordinaria es por la nariz; por el contrario, mientras hablamos, la espiración es muy larga, la aspiración muy corta, el volumen de aire empleado es relativamente grande, y su salida ordinaria es por la boca.

1, diafragma; 2, pulmón derecho; 3, pulmón izquierdo; 4, bronquios; 5, tráquea; 6, laringe; 7, epiglotis.

10. Fonación.– La columna de aire espirado pasa desde la tráquea a la laringe (fr. e ingl. larynx, al. Kehlkopf).

Cuando respiramos de una manera normal, la glotis está ampliamente abierta; cuando hablamos, las cuerdas se juntan, la glotis se cierra, la presión del aire, empujado desde los pulmones, obliga a las cuerdas a entreabrirse; pero su propia elasticidad les hace volver instantáneamente a cerrarse, produciéndose de este modo una serie rapidísima de movimientos uniformes y regulares que, al poner en vibración la columna de aire que va escapándose al exterior, producen el sonido que llamamos voz

1, tráquea; / 2, cricoides; / 3, tiroides; / 4, epiglotis.

I. Las causas principales del enfisema de la piel son rupturas del árbol respiratorio, generalmente de los alvéolos pulmonares, a veces de la tráquea, en sitios en que está en contacto con la piel, generalmente gracias a adherencias patológicas anteriores.

Si el bocio es muy grande, hay desviación de la tráquea y esófago, y la disfagia no tiene interés diagnóstico.

Si el bocio es muy voluminoso o, aun sin serlo, si crece hacia atrás, puede producir síntomas de compresión, característicos: de la tráquea (v. pág. 38), que aparece desviada si el bocio es unilateral, o aplastada (tráquea en sable) si el bocio es bilateral; produciendo dispnea inspiratoria durante el esfuerzo o, en las mujeres, los días premenstruales, etcétera; de los nervios: no es rara la compresión del recurrente laríngeo por el bocio, dando lugar a paresia de las cuerdas bocales, con la voz bitonal, que el oído acostumbrado percibe aun en sus grados más leves; o a parálisis de dichas cuerdas, con afonía, tos laríngea y estridor (v. págs. 898 y 950); esta parálisis completa es más frecuente en el cáncer que en el simple bocio; mucho más rara es la compresión del simpático, que cuando aparece debe hacer sospechar la degeneración cancerosa; se expresa por el síndrome de Claudio Bernard-Horner (v. pág. 795); la compresión del vago y de los plexos braquial y cervical es excepcional; del esófago: es difícil de producirse, salvo en los casos en que existe una lengüeta posterior del tiroides; pero, en cambio, son muy frecuentes, sobre todo en mujeres nerviosas, espasmos reflejos del esófago (v. pág. 235), aun con bocios pequeños.

La glándula es dura, leñosa, más bien atrófica, muy adherida a la laringe y tráquea, a las que constriñe; el tamaño es, generalmente, moderado; no suele haber dolor.

VII. Los cuperos extraños en la tráquea producen el estridor; generalmente, el diagnóstico es inmediato; pero, en niños espasmofílicos, un cuerpo extraño insignificante, tragado inadvertidamente, detenido incluso en las vecindades de la laringe, y no en esta misma, puede provocar el reflejo estriduloso en todos los caracteres de un falso crup de diagnóstico difícil (por ejemplo, una espina muy pequeña detenida en el comienzo de la faringe).

5. Las lesiones neoplásicas, benignaso malignas, o ulcerosas(sifilíticas, tuberculosas, etc.) de la tráquea o bronquios, pueden ser causa de hemoptisis.

6. Las telangiectasias hereditarias (Osler) en los bronquios y tráquea pueden ser causa de hemoptisis como de epistaxis (v. págs. 167 y 895).

En el mediastino medio se hallan: la tráquea y bronquios, los nervios recurrentes, las venas pulmonares y el plexo cardíaco.

Se observa alguna vez esta afección, debida a perforaciones de la tráquea o de algún bronquio en casos de lesiones ulcerativas del mediastino o de cuerpos extraños; o bien, por la ruptura de una vesícula pulmonar yuxtamediastínica, en infecciones agudas del pulmón con adherencias entre éste y el mediastino.

2. Las dispneas por compresión de la laringe y tráquea en el cuello, principalmente por bocio, cáncer tiroideo y, sobre todo, tiroiditis y estrumitis.

3. Las dispneas por compresión de la tráquea y grandes bronquios, en el síndrome mediastínico.

3. En casos de esclerosis pulmonar intensa con desviación de la tráquea, se puede oír también un soplo cavitario, anfórico, con estertores cavernosos.

Se distinguen fácilmente, la tos alta, es decir, producida en la rinofaringe, laringe y aun tráquea, con expectoración escasa, fácil, generalmente acompañada de carraspeo; y la tos baja, bronquial, pulmonar, pleural. profunda, con expectoración, por lo común abundante (salvo la pleural, que es seca), sin carraspeo.

Todas las lesiones que comprimen la tráquea pueden producir la ronquera o afonía; principalmente el bocio, el cáncer tiroideo, etc. Generalmente se acompañan de sensación angustiosa de opresión, sobre todo en el esfuerzo.

Un gran laringólogo español ofrecía un cigarrillo a los que iban a verle creyendo tener cáncer por el tabaco, les hacía la proporción de tales cancerosos por millones de sanos y les enseñaba las laringes que tenía en alcohol, y de todo eso se deducía que la única manera de que algo nuestro sea inmortal es que quede la tráquea en un frasco de cristal.

Y la saliva que la congoja le había vuelto sólida en la garganta licuóse en ella y le resbaló por el canal de la tráquea con una amable sensación de alivio.

Cuerpos extraños en la tráquea o el esófago.– Favoreced el descenso al estómago, siempre que no entrañe mayor peligro, por medio de grandes sorbos de agua, o extraed el cuerpo extraño si está en la parte superior.

b) En el tórax: En su cara posterior se encuentra separado de la columna por el tejido laxo por el que fácilmente se distribuye el contenido esofágico en caso de una perforación. En su cara anterior se halla fijo por un ligamento envolvente a la tráquea y al bronquio izquierdo. Por esta razón es frecuente la comunicación por perforación entre las vías respiratorias y el tercio medio del esófago.

A este nivel, como veíamos en el capítulo de la anatomía del esófago, este órgano se encuentra fijo al árbol traqueo-bronquial y por ello los tumores en su crecimiento invasivo o infiltrante pueden alcanzar la tráquea o el bronquio izquierdo.

Su lengua se espesaba, sin mucho esfuerzo, en años de inactividad, sin necesidad de obturar la tráquea, derrumbándose la lengua por los abismos.

El peligro potencial de un cuerpo extraño aspirado, o sea situado en la laringe, tráquea o un bronquio principal, es que siga descendiendo (por insuficiencia o falta del reflejo expulsivo) o se enclave, ya que constituye en ambos casos una suerte de tapón en un territorio bronquial que conduce a que una zona pulmonar quede sin airearse o expansionarse (atelectasia), fenómeno siempre muy grave y de malas consecuencias (neumonía).

El cuerpo extraño detenido en el esófago produce, si es voluminoso, dolor agudo detrás del esternón, sofocación, coloración azulada o cianosis de los tegumentos y síntomas de asfixia por compresión de la tráquea.

Para darles uso a las manos, encendí un cigarrillo, que a la primera bocanada me agusanó la tráquea.

— Se le ha presentado a Andrés con una nota de joyería de muy cerca a los seis cientos de miles. Reconoce, darling, que parece excesivo.

— Un momento —pedí tregua, a fin de tragarme la tráquea—. ¿Es que Tub ha vuelto?

En el hombre se encuentra este epitelio tapizando los conductos respiratorios, singularmente la tráquea; pero en la rana se encuentra en la boca, y en otros animales al exterior del cuerpo.

La misión de este epitelio en la tráquea es desembarazamos de las partículas de polvo que lleva el aire que respiramos.

Los pulmonesse forman a expensas de una evaginación de la región ventral de la faringe. Dicha evaginación se bifurca en su extremo y las dos ramas originadas se inflan formando los dos sacos pulmonares, cuyas paredes se cubrende una red de capilares sanguíneos. El tubo impar es la tráquea; sus dos ramas, los dos bronquios.

Aparato respiratorio.– Se caracteriza: 1.º, por la existencia del órgano del canto llamado siringe, que está situado al final de la tráquea y al principio de los bronquios, al revés que la laringe de los mamíferos, y 2.º, por la presencia de unos sacos aéreos, formados por la dilatación extrapulmonar de determinados bronquios.

Pero ¿cómo? Los limpió a todos de un viaje, chas, con la aguja de colchonero mientras estaban de apoliyo, a todos sus propios hermanos, pero yo digo ¿en qué país vivimos? uno atrás del otro, en la tráquea, cómo sería el mambo que tiene en la cabeza este turro que el hermanito más chico se salvó ¿sabés por qué se salvó el hermanito más chico, González? dice el tipo.

Ve la cara como de alegría que tiene el Triste, el pibe, y enseguida se da cuenta que va a pasar algo fulero, pero cuando vuelve a los piques con toda la policía, ya es tarde. Chas, la tráquea, listo, de un viaje. Los cinco hermanitos Goñi desparramados en el patio, todos en fila, en el patio, los cinco, fiambre fiambre, dice el tipo.

Un espetáculo que te la voglio dire, dijo el tipo, otra que la masacre de San Quintín; desparramados abajo la parra, cada uno de los hermanos, escuchen bien lo que voy a decir ¿eh? cada uno de los hermanos con un redondelito rojo en el gañote, como si llevaran un alfiler de corbata, un suponer, un alfiler de corbata que tuviera de adorno un rubí. ¿Un qué? preguntó un tipo sentado en una mesa cerca de la puerta. Un rubí, hablando en sentido figurado, dice el tipo que está parado frente al mostrador. Un punto rojo en el pescuezo, propio en este pocito, en la tráquea, ahí les hundió la aguja.

– La expectoración es el acto de arrojar por la boca, las secreciones que se depositan en laringe, tráquea y bronquios.

– La introducción de materiales oleosos en tráquea pueden desarrollar neumonía lipoide.

– La respiración profunda previene la aspiración de la sonda a la tráquea.

– Los paroxismos de tos indican la ubicación de la sonda en tráquea.

El golpe me dejó a la intemperie. Otra vez la cosa de por dentro, el temblor. Más que temblor, un tren de mercancías del estómago a la tráquea y viajes por el estilo. Tenía miedo de que se me derrumbaran las entrañas y me puse un dedo en el pecho como si con ello sujetara algo.

El mismo cirujano que realizó el trasplante, el doctor William Devries, introdujo un tubo largo y flexible en la tráquea del paciente para retirar esta acumulación, que hubiese provocado una neumonía.

La tráquea y los bronquios principales, formados por tejidos blandos, se mantienen abiertos gracias a pequeños cartílagos que, según su posición a lo largo del conducto, afectan la forma de medios anillos abiertos por detrás, o simplemente placas, en los conductos menores.

Como ya dijimos, su órgano fundamental es la laringe, que afecta la forma de un pequeño embudo cuyo orificio mayor comunica por arriba con la faringe, y el menor por abajo con la tráquea.

La laringe proviene de la diferenciación de los dos anillos superiores de la tráquea. La abertura que la comunica con la faringe se cierra durante la deglución por medio de una lengüeta llamada epiglotis.

Este se apoya en el cricoides, anillo cartilaginoso que descansa sobre el primer anillo de la tráquea, y que en sus dos extremos posteriores sostiene los dos aritenoides, en los que se insertan las cuerdas vocales inferiores.

La corriente de aire producida por la espiración pasará inevitablemente a través de la laringe, que, como hemos visto, constituye el extremo superior de la tráquea.

Si la víctima tiene dificultad respiratoria, no puede inspirar, es probable que el cuerpo extraño se encuentre alojado en la laringe o en la tráquea, y en este caso es urgente la extracción, pues puede ocurrir la muerte por asfixia.

Se comprime con el pulgar, de adelante hacia atrás, lateralmente por fuera de la tráquea, mientras los otros dedos se ubican en la parte posterior del cuello.

Provocado por la constricción fuerte y prolongada del cuello, que puede ser producida por un lazo o por las manos y que ocasiona una compresión de la tráquea y de las carótidas con la consecuente anemia cerebral.

En el tórax, el músculo se sitúa entre la pleura y los cuerpos vertebrales; a nivel de la entrada del tórax, se relaciona ventralmente con la tráquea y el esófago.

En el cuello, se relaciona ventralmente con: la tráquea, el esófago, la A. carótida común y el tronco vasosimpático.

La tráquea y el esófago se relacionan respectivamente con los Mm. escalenos derecho e izquierdo a la entrada del tórax.

En el tercio medio del cuello cruza oblícuamente el bloque traqueoesofágico y los elementos que lo acompañan, relacionándose medialmente con la tráquea (lado derecho) o el esófago (lado izquierdo), la A. carótida común, el tronco vagosimpático, el N. recurrente y el M. largo de la cabeza.

Esta última vaina se fusiona con las envolturas de la tráquea y el esófago, lo que determina que en ocasiones se describa al N. recurrente como acompañante de la tráquea o del esófago.

Cubre la cara ventral del M. largo del cuello y envuelve la tráquea y el esófago.

Este tronco se encuentra en el mediastino craneal, relacionado con la cara ventral de la tráquea (entre ambos pasa el N. recurrente izquierdo); su cara izquierda se relaciona con el N. vago y los Nn. cardíacos y la derecha con la V. cava craneal.

Tronco costocervical

Se origina de la subclavia a nivel del 2º espacio intercostal. Se dirige dorsalmente cruzando la tráquea y el esófago.

Tiene un largo recorrido por la cavidad visceral del cuello, en relación con la tráquea o el esófago, según se trate del lado derecho o izquierdo.

Se sitúan junto al nacimiento de los vasos torácicos internos, recibiendo aferentes de los elementos que constituyen la mitad ventral de las paredes del tórax, incluídos los Mm. abdominales y pectorales. También de vísceras torácicas (tráquea, esófago, timo, corazón, ...) e incluso abdominales (hígado), así como de otros linfocentros (cervical profundo caudal, mediastínico medio o esternal caudal).

Para ello se dirige caudalmente a lo largo de la cara ventrolateral de la tráquea, relacionándose con la cara lateral de la glándula tiroides (el N. recurrente sigue a este nivel un trayecto paralelo, pero medial a la glándula), previa anastomosis con la rama ventral del segundo nervio cervical.

Prácticamente todos los derivados endodérmicos parten del denominado "intestino primitivo": tráquea, bronquios, pulmones, faringe, tiroides; bolsas faríngeas, oído medio, trompa de Eustaquio (relación nasobucal-auditiva), amígdalas, timo paratiroides, todos estos en relación con el desarrollo de los arcos branquiales del 1ro. al 4to. principalmente.

La boca, el esófago y el estómago iban a estallarle. Pero aquella especie de fábrica de mentol parecía habérsele atascado en mitad de la tráquea.

La tráquea se bifurca en dos bronquios, cada uno de los cuales penetra en un pulmón, extendiéndose en varias direcciones y formando el árbol bronquial.

Se encuentra en la tráquea, donde hay también células mucosas que mantienen húmeda la superficie. 4.º Epitelio glandular, cuya finalidad es la de elaborar determinados productos que vierte al exterior (glándula abierta) o a la propia sangre (glándula cerrada o de secreción interna; endocrina).

— Señor Sisqués, ¿por qué miente usted?

— ¿Qué? —se le escurrió la nuez de Adán hacia la tráquea.

— Pregunto que por qué miente usted.

— No señora, no vamos a cortar con un bisturí el pecho de su hijo; sino a introducir, por la boca, un tubo especial que va dirigido directamente a tráquea y bronquios por un sistema parecido a los periscopios submarinos.

El doctor Rubí, anestesiólogo especializado en niños, fue el encargado de sedar al pequeño; y cuando tuvo en su mesilla el laringoscopio y las sondas endotraqueales, para cualquier emergencia, autorizó al doctor Patino a que hiciera su endoscopía. En menos de cinco minutos la moneda de veinte pesos era rescatada del fondo de la tráquea.

El doctor Ancira, que había seguido paso a paso las maniobras para extraer el cuerpo extraño de la tráquea, agradeció con un fuerte apretón de manos la decisiva intervención de Mayra.

— Hace aproximadamente tres horas, cuando Andrés y yo nos encontrábamos en la cafetería "La Calesa", aquí en el sanatorio, llegó mi hermana Isabel con su hijo Alberto que se había tragado una moneda de veinte pesos; pues bien, dice ella que una señorita de nombre Mayra fue quien dirigió las maniobras que se hicieron para extraer el cuerpo extraño de la tráquea de su hijo... ¿Y saben a quién me pareció ver cuando entregaron al pequeño?... ¡A Mayra!

La tráquea se extiende desde la laringe al origen de los bronquios: es un conducto compuesto de anillos en forma de C, con la convexidad dirigida hacia adelante; por tanto, el conducto traqueal sólo es cilíndrico por su parte anterior y plano por la posterior, que está cubierta por una membrana.

Los bronquios son los dos conductos, derecho e izquierdo, que nacen de la bifurcación de la tráquea, cuya configuración anular reproducen.

La laringe se une por el tiroides al hioides (membrana tirohiodea) y por el cricoides, a la tráquea; otras membranas y ligamentos mantienen relacionadas las distintas piezas por las superficies articulares.

El tiroides es un órgano voluminoso, situado bajo la laringe, delante de la tráquea.

Generalmente la información ofrecida se centraba en los efectos nocivos del tabaco sobre la salud, expuesta en algunas ocasiones de forma aparatosa (por ejemplo, enseñando imágenes de tumores pulmonares, o de traquea, etc.) y en ocasiones también se hacía referencia a las consecuencias a corto plazo de fumar por parte de los adolescentes.

Las vías respiratorias son los conductos encargados de conducir el aire desde el exterior del cuerpo al interior de los pulmones, y de éstos nuevamente al exterior.

Son las siguientes: nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios y bronquiolos.

Veía su cuerpo eviscerado, ofreciendo la inerte policromía de los síntomas del envenenamiento, el hígado repleto de sangre negra, la mucosa de la laringe, de la tráquea y de los bronquios, de un encarnado oscuro, la vejiga blanca, lo mismo que la faringe y el esófago, el seno de la duramáter ennegrecido y las grandes venas color violeta o negro azulado, como si estuvieran teñidas de azul de Prusia.

Se estaba quieto para no provocar aquellas catástrofes profundas y entonces el corazón se le desbocaba, en un derrumbamiento apocalíptico por el pecho, que se repetía insistentemente y que le ponía a morir, mientras el aire en su garganta rugía encañonado en un desfiladero interminable que se prolongara tráquea abajo.

El aire que no pasa por la nariz, no es filtrado, ni humedecido, ni calentado antes de llegar a los pulmones, por lo que el paso directo por la tráquea puede producir infecciones en el sistema respiratorio (Guyton, 1977).

Las extremidades sufren modificaciones, que detallaremos más adelante, según las costumbres del animal. Las alas pueden ser dos ó cuatro, formadas por dos membranas elásticas, sostenidas por tráqueas desecadas (nerviaciones)colocadas entre ellas. Pueden ser transparentes y flexibles, ó coriáceas endurecidas por la quitina. Esto último ocurre generalmente con las del primer par (langostas, escarabajos) que están entonces destinadas á proteger á las del segundo y reciben el nombre de élitros.

Todos los anillos pueden dividirse en dos arcos ó semianillos, uno superiory otro inferior, que lleva cada uno á veces un par de apéndices, lo cual se advierte en ciertos anélidos; es lo general, sin embargo, que falten en el segmento superior, encontrándose en el inferior todos los demás en los ciempiés, y tan sólo en una región en los insectos y arácnidos; faltan por completo en la sanguijuela, pero generalmente suelen estar reemplazados por cerdillas más ó menos numerosas, según se advierte en la lombriz de tierra. Se hallan formados estos apéndices por varios anillos ó tubos más ó menos largos que encierran en su interior, como los que revisten el cuerpo, los músculos, tráqueas y demás órganos; su forma varía notablemente, estando siempre en relación con el uso diverso á que están destinados.

Las larvas acuáticas de algunos insectos tienen pelitos ó filamentos más ó menos largos, y á veces apéndices branquiformes para retener el aire y hacerle pasar por endosmosis á las tráqueas, como puede observarse en las larvas de los caballitos del diablo, de las efímeras, frigáneas. etc. La introducción del aire se verifica por la presión de la atmósfera y la elasticidad de las paredes de los tubos, que tienden siempre á conservar el mismo diámetro, y la espiración por la compresión que éstos experimentan, cuando se verifican algunas contracciones.

No se sabe en que órgano reside el olfato, y por lo mismo abundan las hipótesis, sin que ninguna se apoye en la observación directa; unos dicen que las antenas son el órgano encargado de esta función, otros que el buche, y no falta quien, por analogía, haya deducido que se encuentra en la entrada de las tráqueas.

Según las funciones que han de ejecutar, varía la forma de las extremidades: en los insectos corredores son largas y delgadas; los saltadores, tienen las del tercer par muy abultadas; los nadadores, comprimidas en forma de remo; en los cavadores las anteriores gruesas, cortantes las tibias en su borde externo, y así respectivamente. Las alas pueden existir en número de dos ó de cuatro; en el primer caso el mesotórax está provisto de dos apéndices, en el segundo los lleva también el metatórax; pertenecen al semianillo superior y están constituídos generalmente por una doble membrana elástica y resistente, sostenida por nerviacionesen su interior, que son tráqueas desecadas.

En casi todos los himenópteros está ensanchado el esófago en la base formando un buche; las tráqueas tienen abundantes vesículas aéreas, el sistema nervioso, ó mejor los ganglios, forman tres grupos, uno correspondiente á los supraesofágicos, otro formado por los torácicos, y el tercero por los abdominales; suelen tener tres ojos sencillos; varían sus antenas tanto en la forma como en el número de artejos, siendo con frecuencia geniculadas, y compuestas de doce artejos en las hembras y trece en los machos; su dérmatoesqueleto es bastante resistente en la cabeza y en el tórax, y flexible en el abdomen; el protórax está íntimamente unido á los otros tres anillos torácicos; el abdomen es casi siempre pediculado, es decir, unido al tórax por una de sus primeras divisiones, muy delgada y más ó menos larga; hay siempre cinco artejos enteros en todos los tarsos, y las larvas, la mayor parte de las veces ápodas, tienen el cuerpo cubierto por una piel flexible, excepto la cabeza; en el labio hay un agujero por el que sale la seda en hebras muy finas, con las que forman el capullo dentro del que se transforman en ninfa.

Algunas veces las traqueas están provistas de vesículas aéreas con paredes bastante débiles.

Las larvas tienen la cabeza distinta y protegida por un dérmatoesqueleto más resistente que el del resto del cuerpo, y pies torácicos bien desarrollados; unas son terrestres, otras son acuáticas, siendo notable el que en éstas existen en los lados del abdomen unas prolongaciones en forma de tubo, en las que penetra por endosmosis el aire disuelto en el agua, procediendo de cada uno de estos tubos un ramo de tráqueas que lleva el oxígeno á lo interior de todos los órganos. Su segundo estado es de ninfa propiamente tal, como en los demás insectos masticadores de metamorfosis completas.

Orden 3.ºNeurópteros.

Antenas largas, setáceas; alas pelosas ó escamosas, con muchas nerviaciones longitudinales, pocas ó ningunas transversas, las metatorácicas plegadas longitudinalmente durante el reposo; mandíbulas poco desarrolladas, casi membranosas; larvas acuáticas, con tubos en los lados del abdomen, por los que pasa el aire disuelto en el agua á las tráqueas... Frigánidos.

Considerados de esta manera los ortópteros(, recto; , ala), son, pues, insectos de órganos bucales dispuestos para la masticación, de metamorfosis incompletas, variando mucho sus alas, tanto relativamente á su existencia como á su consistencia y disposición.

Poco se puede decir relativamente á un grupo que comprende especies de estructura tan variada, de género de vida tan diverso, pues entre ellas las hay terrestres y acuáticas, zoófagas y fitófagas, parásitas y de vida independiente, variando por su tubo digestivo, que puede ser más ó menos largo. Es frecuente que presenten sus tráqueas células aéreas.

En el estado perfecto todos son terrestres, pero algunos pocos son acuáticos en el estado de larva y de ninfa, teniendo en este caso apéndices branquiformes para separar el oxígeno disuelto en el agua, que pasa inmediatamente á las tráqueas que nacen de estos órganos.

Las tráqueas tienen casi siempre vesículas ó depósitos de aire.

Además de los ojos compuestos suele haber los sencillos, en número de dos ó tres, situados en el vértice ó en la frente, pero siempre entre los primeros. Las antenas están formadas por un número indeterminado de artejos, cuando menos diez, pero casi siempre muchos más. El dérmatoesqueleto es flexible, menos resistente que el de los coleópteros; la cabeza, de forma ovoídea, es una de las partes más duras; el protórax está separado de los otros dos anillos torácicos, pudiéndose mover independientemente de ellos; el mesotórax y metatórax están soldados; las alas anteriores son elitroídeas, reforzadas por numerosas nerviaciones, y generalmente se cruza la una sobre la otra por lo menos cerca de la extremidad: las membranosas ó del segundo par son mucho más anchas que las superiores, y para que queden abrigadas debajo de los élitros, tienen que plegarse longitudinalmente, ó sea á manera de abanico. Muchas veces está tan desarrollado el tercer par de patas, que pueden dar grandes saltos; el abdomen, casi siempre revestido por una piel flexible, termina comúnmente en las hembras por un oviscapto, para introducir los huevos fecundados en los sitios convenientes.

Los dípteros, como animales organizados para la succión, tienen siempre glándulas salivales; el esófago se dilata inferiormente en un buche de grande extensión; suele haber cuatro vasos biliares, y el tubo intestinal es generalmente poco consistente, y las tráqueas suelen presentar alguna vez vesículas aéreas.

Pero en el crepúsculo de la tarde y comienzos de la noche casi todos, principalmente los machos, se lanzan al aire en busca de alimentos ó para reproducirse; comienzan por llenar de aire sus tráqueas vexiculosas, levantando y bajando sus élitros y moviendo los anillos de su abdomen con inspiraciones precipitadas. El vuelo de estos insectos produce un zumbido monótono, es pesado, torpe, sin rumbo fijo y chocan con cuantos objetos encuentran al paso y caen.

arácnidos

Esta clase está dividida en dos órdenes, atendiendo al modo como respiran los individuos que los forman, y son: Pulmonaresy Traqueales, según que la respiración se verifica por los pulmones ó por las tráqueas.

La producción de sonidos se verifica unas veces por aparatos especiales, como sucede en la chicharra; otras mediante órganos destinados originariamente á otros usos, si bien modificados más ó menos profundamente para el fin á que se aplican, de los que tenemos ejemplo en los del canto de los grillos y cigarras, que no son sino las alas transformadas, y en la laringede las aves y mamíferos, que es una porción del tubo aéreo respiratorio, igualmente modificada. En efecto, este órgano se halla colocado en el origen de la tráquea, que da paso al aire para la respiración (pág. 38), constando sus paredes de los mismos elementos que las del resto de dicho tubo; pero los anillos cartilagíneos que en éstas existen forman aquí piezas de extensión diversa (cartílagos de la laringe), movidas por músculos especiales que hacen variar las relaciones de unas con otras.

La función respiratoria puede verificarse de dos modos diversos en relación con el medio en que respiran los artrópodos, que es el agua para unos y la atmósfera para los más, verificándose en los primeros mediante branquias, y en los segundos por tráqueas(pág. 37); distinción que no debe tomarse como absoluta, pues no solamente hay artrópodos branquiales que viven normalmente en tierra, como las cochinillas de humedad, sino otros que, poseyendo tráqueas, habitan en el agua, viéndose obligados á venir de tiempo en tiempo á la superficie para hacer provisión de aire, ó poseyendo órganos adicionales, de los que hablaremos á su tiempo, que permiten la purificación del aire contenido en las tráqueas y que no son en manera alguna branquias, por lo que se llaman pseudobranquias. Las verdaderas branquias consisten en laminillas ó tubitos á los que llega la sangre conducida por vasos especiales y en los que se verifica su hematosis. Estos órganos son factores de una función localizada que supone una mayor perfección en el aparato circulatorio, puesto que la sangre ha de pasar por un órgano determinado para purificarse. La tráquea, por el contrario, consiste, como ya sabemos (fig. 20), en un sistema de tubos que se ramifican por el organismo y llevan el aire atmosférico á todas partes; la hematosis se verifica en todo el trayecto del referido aparato y no está localizada, no necesitando la sangre ser conducida á un órgano determinado, puesto que el aire va en su busca á todas las partes del cuerpo.

Los arácnidos tienen la respiración traqueal, pero su aparato respiratorio ofrece dos tipos enteramente distintos: la filotráquea y la dendrotráquea, ó, en otros términos, la tráquea localizada constituyendo un órgano que ha sido llamado pulmón, por algunos, si bien tiene más analogía con las branquias de los Limulus, y la tráquea ramificada, repartida por el cuerpo, que lleva el aire atmosférico á los diversos puntos del organismo.

Tratando de las células hemos visto que la respiración es una necesidad universalmente sentida por todas ellas, verificándose la ósmosis gaseosa á través de sus paredes; pero en los organismos pluricelulares, para que el anhídrido carbónico desprendido de las diversas células que componen el organismo se difunda en la atmósfera y á fin de que el oxígeno de éstas pueda llegar á las células, se necesita del concurso de aparatos conductores, ya del aire directamente, como las tráqueasde los insectos, ya de la sangre, como lo es el circulatorio y además, en este último caso, de otros aparatos en los que la sangre venosa se convierta en arterial, naciendo de aquí una serie de actos indispensables en estos animales para producir la entrada y salida del aire atmosférico, en los referidos aparatos, ó sea la inspiracióny la espiración.

Las tráqueas son tubos de paredes elásticas que se dividen y ramifican considerablemente por el interior del cuerpo.

Se adapta este aparato á la respiración acuática sin sufrir modificación alguna interna y por la sola adición de tubos en comunicación con las tráqueas, y cerrados por el extremo libre, constituyendo las llamadas impropiamente branquias, que se extienden en el agua y en las que tiene lugar la purificación del aire contenido en el aparato traqueal.

Los insectos constituyen una excepción á lo que se ha dicho, porque en ellos ó falta el aparato del oído ó está representado por órganos especiales que en manera alguna pueden referirse á los otocistos de los gusanos, con la particularidad de que permiten al animal no sólo percibir los sonidos, sino hasta apreciarlos musicalmente, como acontece en los insectos cantores. De estos aparatos tenemos ejemplo en los tímpanos tibiales de los locústidos y de los grillos, y en los abdominales de los saltamontes, limitados todos ellos por membranas tensas que obturan grandes ventanas ó soluciones de continuidad de los tegumentos, en cuya superficie interna se observan órganos especiales donde vienen á terminar nervios sensitivos, pero no procedentes aquí de los ganglios cefálicos, sino de los intermedios de la cadena ventral. Grandes vesículas aéreas formadas por las tráqueas en la proximidad de estos órganos, constituyen, sin duda, como cajas de resonancia destinadas á reforzar el sonido.

En los animales esencialmente voladores, se observa además que todo el organismo presenta modificaciones en consonancia con el vuelo, á fin de que el cuerpo sea menos pesado; así las tráqueas de los insectos se hacen vesiculosas en diversas porciones de su trayecto, y el animal, antes de lanzarse á un vuelo sostenido, ejecuta ciertos movimientos que tienen por objeto almacenar el aire en sus cavidades, como se ve en la langosta emigrante; y del mismo modo en las aves hay grandes vesículas (véase fig. 23) que se extienden hasta el extremo del abdomen y en comunicación con los pulmones, algunas de cuyas ramificaciones bronquiales terminan por agujeros en la superficie de este órgano por los que el aire puede pasar á las indicadas vesículas.

Muchos arácnidos sólo tienen una de estas clases de tráqueas y en otros coexisten ambas, como se ve en muchas arañas.

Arácnidos de pequeño tamaño, de cuerpo rechoncho ó prolongado, imperfectamente dividido en regiones, y con el abdomen soldado al tórax.

La consistencia de los tegumentos es variable, así como la longitud de las patas, que pueden ser imperfectamente articuladas, cortas y á modo de tubérculos, ó largas y compuestas de artejos bien distintos. Del mismo modo los quelíceros son unas veces estiliformes y otras terminan por pinzas, y las maxilas forman en muchos un rostro y llevan palpos filiformes. El ano se abre en el extremo posterior del cuerpo, en el plano ventral, y además de las glándulas salivales, existen otras que vierten en el tubo digestivo, y también una dorsal voluminosa en relación con el extremo posterior del mismo. Falta el aparato circulatorio y á veces también el respiratorio, pero en general existen tráqueas que se abren al exterior por un corto número de estigmas, á veces por solo un par.

La respiración se verifica por tráqueas poco manifiestas, y los estigmas son simétricos y laterales, excepto en las Scutigera, en las que están en la línea media del cuerpo.

Las tráqueas, que nacen en cada estigma, permanecen á veces aisladas, pero otras se reúnen con las procedentes de otros estigmas por medio de tubos longitudinales, así como con los del lado opuesto por otros transversos. Los insectos adultos, aun cuando vivan en el agua, no ofrecen variación alguna en su aparato respiratorio, viéndose obligados á venir á la superficie á respirar, á menos de que posean tubos respiratoriosen comunicación con estigmas del extremo del abdomen, por medio de los cuales pueden tomar el aire atmosférico cuando viven en aguas de escaso fondo, como el escorpión de agua.

Los órganos cordotonales están constituídos por fibras nerviosas, que se terminan por una célula ganglionar; ésta se prolonga en una fibra terminal que lleva en su extremo un corpúsculo en forma de clavo (clavo escolopal), con la porción gruesa dirigida hacia el extremo libre: estos órganos, repartidos con regularidad por los anillos y los apéndices, se consideran como sensoriales é integran los órganos auditivos que poseen los insectos cantores, y que consisten en soluciones del tegumento, cubiertas por una membrana timpánica tensa, y cajas de resonancia formadas por tráqueas dilatadas, estando animados por células sensitivas formadas como las de los órganos cordotonales.

Las metamorfosis son muy variadas en los insectos, pues al paso que unos nacen con la figura del adulto, del que sólo difieren por la falta de alas y por otros caracteres de escasa entidad, otros aparecen en formas muy elementales y distintas de aquél; estas diferencias, apreciadas de antiguo, dieron origen á los nombres de insectos hemimetábolosó con metamorfosis incompletas, que se dieron á los primeros, y los de metábolos, ó con metamorfosis completas, que se aplicaron á los segundos; nombres que creemos preferible sustituirlos por los de insectos de metamorfosis sencillasy complicadas, fundando la distinción principalmente en que unos insectos son activos desde que salen del huevo y otros han de pasar durante su desarrollo, por una fase de reposo ó de vida latente durante la cual no han de tomar alimento, verificándose en tanto un trabajo de histolisis ó desagregación histológica, que da por resultado la desaparición de los músculos, de las tráqueas y del hipodermis, al menos en parte, del tejido adiposo etc., seguido de una reconstitución, que determina un cambio completo en la organización del animal.

Népidos.– Son también carniceros; pero habitan en el agua y tienen sus antenas muy cortas, las patas anteriores dispuestas para coger y en el extremo del abdomen un tubo respiratorio, por cuyo medio pueden renovar el aire de sus tráqueas sin moverse de los sitios en que viven, que son las aguas de poco fondo.

El aparato respiratorio está formado por multitud de pequeños troncos traqueales, dispersos por la superficie del cuerpo, que penetran hasta la capa muscular subepidérmica y desde allí emiten finas tráqueas, por lo general no ramificadas.

La respiración en los insectos se verifica por medio de tráqueas o sean tubos que se ramifican por el interior del cuerpo y de los apéndices, y comunican con el exterior por aberturas dispuestas por pares, que reciben los nombres de estigmas o espiráculos.

En cada estigma hay en los bordes unos pelos ramosos apretados, que filtran el aire a medida que penetra en las tráqueas; las cuales son elásticas gracias a un repliegue interno que tienen, a modo de filamento arrollado en espiral, que al mismo tiempo las da gran solidez.

En muchos insectos alados presentan las tráqueas dilataciones o vesículas que reciben los nombres de sacos aéreos, y que parecen destinados a proporcionar una mayor cantidad de oxígeno demandada por la gran actividad muscular ejercida durante el vuelo, y no a disminuir la gravedad específica del cuerpo, como se creía antes.

Durante su vida larvaria han de respirar dentro del agua por unas falsas branquias de las que hablaremos más adelante, que en realidad son simplemente tráqueas modificadas, mientras que al llegar a adultos la respiración será por medio de tráqueas normales.

La respiración puede efectuarse por medio de branquias, sacos pulmonares o tráqueas, y aún exclusivamente por la superficie general del cuerpo en algunos. Por medio de branquias respiran tan sólo los arácnidos marinos del grupo de los límulos.

Por sacos pulmonares o por tráqueas respiran todos los arácnidos terrestres, poseyendo tan sólo unos u otras, o bien simultáneamente ambas cosas como ocurre en muchas arañas.

Los Xifosuros, en unión de los Euriptéridos, de que nos ocuparemos más adelante, constituyen el antiguo grupo conocido con el nombre de Merostomas, que ha sido estudiado como una clase independiente de los Arácnidos, pero que en realidad no puede separarse de ellos, siquiera difieran en lo relativo a la respiración, que en los Merostomas se verifica por medio de branquias, y de sacos pulmonares o tráqueas en los demás Arácnidos.

Sus pedipalpos son cortos y sencillos. Tienen dos ojos situados hacia la parte central del cefalotórax, sobre una elevación a modo de torrecita, desde cuya privilegiada posición le sirven al animal a modo de periscopio. La respiración es por tráqueas.

Tienen un solo par de sacos pulmonares, y además tráqueas, abiertas al exterior por un par de estigmas.

Entre estas arañas están las verdaderas artífices de la seda.

Varía mucho, asimismo, la posición de las aberturas respiratorias, lo que ha servido para establecer sobre ella la clasificación de estos seres; dichas aberturas comunican siempre con tráqueas, pero en algunos ácaros no existen éstas, y la respiración se verifica a través del tegumento externo.

Sus analogías son indudables con los Insectos, y del mismo modo que en éstos la respiración es por medio de tráqueas y tienen un solo par de antenas.

Demostrado hace tiempo que las ataca la nosemiasis y la transmiten a su descendencia, acaba de hacerse en Madrid, por el Sr. Valenciano, la comprobación de ser también víctimas de la acariasis, pues ha encontrado en las tráqueas de una, enviada casualmente con un grupo de abejas sospechosas, doce ácaros en plena vitalidad.

Esta enfermedad parasitaria, causada por un ácaro microscópico que se aloja en las tráqueas torácicas de las abejas, está causando en la actualidad daños en nuestros apiarios de enorme cuantía, especialmente en toda la región levantina, donde han desaparecido, a causa de ella, colmenares enteros.

Para evitar que las tráqueasse obturen por aplastamiento, sus paredes son quitinosas y están reforzadas por una especie de filamento interior arrollado en hélice.

El aparato circulatoriode los insectos está muy poco desarrollado.

Se componen de células de paredes delgadas adosadas unas contra otras, pero dejando entre ellas espacios intercelulares comunicantes entre sí y con los estomas y lenticelas. / Fig. 6. – Vasos o tráqueas. (El segundo nombre alude al esfuerzo espiral semejante al de las tráqueas de los insectos.)

Las branquias, que se disponen como las hojas de un libro, se transforman en pulmones con esa misma disposición, típicos de escorpiones. Pueden aparecer tráqueas tubulares, que reemplazan a estos pulmones de libro.

Las tráqueas, al principio primitivas, estaban formadas por tubos simples. Poco a poco van ramificándose para aumentar la captación de oxígeno libre en el aire. Se les considera los primeros Artrópodos que conquistan el medio terrestre, llevándose a cabo una radiación adaptativa y, por consiguiente, una gran diversificación.

Respiración en los animales.– En los animales inferiores tampoco hay órganos especiales destinados a la captura del oxígeno, sino que todas las células del cuerpo lo toman directamente disuelto en el agua, a la que arrojan el gas carbónico. La falta de aparato respiratorio va acompañada de la carencia de sistema circulatorio. En los Anélidos, la piel está adaptada al intercambio de gases; para ello está muy vascularizada, dando por resultado una respiración cutánea. Esta modalidad respiratoria a través de la piel es muy importante en el reino animal; las ranas la tienen tan desarrollada, que hasta pueden vivir sin pulmones, por tiempo relativamente largo.

En un mayor grado de perfeccionamiento aparecen las branquias, las tráqueas y los pulmones.

Las tráqueasestán constituidas por un sistema de tubos ramificados por todo el interior del cuerpo del animal, cuyas arborizaciones terminales se ponen en contacto con las células para realizar el intercambio gaseoso. Hacia el exterior, las tráqueas se abren por unos orificios, los estigmas. Son propias de animales de respiración aérea, como los insectos y arañas.

En el sistema traqueal cerrado, los gases entran y salen del cuerpo por difusión a través de la pared de éste, entre la tráquea y el medio exterior; el movimiento de los gases a través del sistema es por difusión.

11. La respiración la efectúan a través de branquias o tráqueas y espiráculos.

Éstos difieren de los artrópodos en la ausencia de apéndices segmentados, exoesqueleto quitinoso y sistema traqueal; su sistema circulatorio es cerrado, la excreción es efectuada por tubos ciliados llamados nefridios y sus músculos no son estriados; algunas larvas de insectos no tienen apéndices y se parecen a los anélidos; ellos pueden ser reconocidos como insectos por su organización interna (diferentes tipos de sistema circulatorio y excretor, además de la presencia de tráqueas).

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Este sistema consiste en tubos llamados tráqueas, las cuales externamente abren en los espiráculos e internamente se ramifican y se extienden a través del cuerpo, terminando en muy finas ramificaciones llamadas traqueolas, que penetran en varios tejidos. Las tráqueas están recubiertas con una delgada capa de cutícula, que a su vez está conformada con anillos helicoidales (los tenidios) que dan a la tráquea rigidez. Las traqueolas, que están también revestidas de cutícula, son diminutos tubos intracelulares que tienen usualmente un diámetro de una micra o menos (véase fig. 4.8).

En un sistema traqueal cerrado, los espiráculos permanecen cerrados pero tienen una red de tráqueas inmediatamente abajo del integumento, distribuido de un extremo a otro del cuerpo o específicamente abajo de ciertas superficies como las branquias.

En insectos con un sistema traqueal abierto, el aire entra al cuerpo a través de los espiráculos y llega a las traqueolas por las tráqueas; el oxígeno entra a las células del cuerpo por difusión; el anhídrido carbónico sale del cuerpo en forma similar.

Con algunas excepciones, las tráqueas de los segmentos adyacentes están conectadas. Estos tubos conectantes reciben el nombre de troncos. Los troncos traqueales principales se llaman laterales, muchas veces un segundo par llamados dorsales se encuentran a cada lado del corazón, éstos son de un diámetro menor y secundarios con respecto de los troncos laterales.

Existen además tráqueas transversas que conectan las tráqueas de los dos lados del cuerpo; de esta manera todo el sistema está conectado; en algunos apterigotos, sin embargo, el sistema pudiera no estar conectado.

Se encuentran a veces extensiones delgadas de la pared del cuerpo que tienen abundantes tráqueas, por medio de las cuales ocurre el intercambio gaseoso.

La muda no sólo involucra la cutícula de la pared del cuerpo sino también las cubiertas o forros cuticulares de las tráqueas, estomodeo y proctodeo en el tubo digestivo y las estructuras endoesqueléticas.

El forro de las tráqueas usualmente permanece adherido a la pared del cuerpo cuando es desechado; la cubierta del estomodeo y proctodeo en general se fragmenta y las partes son desechadas a través del ano.

El depósito de aire en la tráquea de una larva de mosquitos, por ejemplo, permite a la larva permanecer bajo el agua por largo tiempo.